12/11/14

Hortas con sentido e sensibilidade, con ciencia e conciencia

Diez razones para empezar un huerto escolar ecológico

¿Un huerto en una escuela? Se calcula que en Reino Unido ya son más de 12.000 los escolares que participan en alguno. Y en España no dejan de germinar nuevas iniciativas que unen educación y agricultura.
“Aunque parezca complicado, en realidad para tener un huerto en la escuela no se requiere ni de mucho espacio, ni de mucho tiempo, ni de mucha experiencia”, recogeEl huerto escolar ecológico, un dossier para profesorado realizado por el Grupo de Acción Local Bajo Aragón Matarraña.
Pero antes de ver el cómo arrancar un proyecto así, nos gustaría destacar el por qué, con motivo de la organización del I Premio Huertos Escolares Ecológicos por parte de Fundación Triodos y Asociación Vida Sana. Sintetizamos las principales motivaciones de pedagogos que ya han andado el camino.

Diez frutos del huerto escolar

1. Conocer para querer

1. TomatesLos huertos ecológicos escolares favorecen la sensibilización ante la necesidad de cuidar del medio ambiente y hacer un uso más responsable de los recursos naturales.

2. Aprender ciencias naturales

2Las iniciativas permiten conocer de forma empírica cómo crecen las plantas, se obtienen los alimentos y entender cómo funcionan los ecosistemas.

3. Aprender ciencias sociales

3.
Con un huerto también se puede aprender economía. Entre otras cosas, es un buen punto de partida para conocer cómo funciona el sistema alimentario mundial y la manera en que la forma de producir afecta a las personas.

4. Aprender humanidades

4. CebollaPoner en valor los conocimientos de los abuelos o apreciar la cultura y la gastronomía locales, es más fácil desde el contacto con la tierra.

5. Acercarse al mundo rural

5. Apio¿Niños que no saben de dónde vienen los huevos o las fresas? Los huertos escolares acercan a los chicos y chicas de ciudad al campo.

6. Promover la alimentación saludable

6.
Las autoridades sanitarias alertan sobre los problemas de alimentación infantil, con retos como la creciente tasa de obesidad desde la infancia y sus consecuencias sobre la salud. Entender la importancia de la alimentación saludable también tiene que ver con este tipo de iniciativas pedagógicas.

7. Promover el consumo responsable

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Si saben de dónde vienen los alimentos, cuánto cuesta obtenerlos y qué impacto tienen en el medio, ¿tendrán más oportunidades de ser consumidores responsables?

8. Fomentar actitudes de cooperación

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Los profesores impulsores de huertos escolares inciden en ello con ejercicios para los que es esencial trabajar en equipo, algo básico en agricultura ecológica.
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9. Conectar la escuela con el mundo

El huerto escolar es una oportunidad para complementar el trabajo en el aula con la iniciativa en el exterior, y conectar la escuela con su entorno, al tiempo que cuidar de él.

1010. Aprender de forma más divertida y motivadora

La actividad física en el huerto y la recompensa de ver crecer lo que hemos cultivado alimenta la motivación por aprender más en el ámbito del escuela.

Más que lechugas y tomates

Para enseñarnos el cómo, los pioneros de los huertos escolares se han afanado ya a realizar múltiples materiales e incluso unidades didácticas. Algunos, como El huerto de los niñ@s del Colegio Público San Félix, también cuentan su experiencia. Este centro escolar, ha llegado a incluir en su proyecto más elementos didácticos, como un punto para gestionar residuos de forma responsable o un aparcamiento de bicicletaspara fomentar la movilidad sostenible.

I Premio de Huertos Escolares Ecológicos

Fundación Triodos ha coorganizado este año el I Premio Huertos Escolares Ecológicos de ámbito español, al que se podrán presentar candidaturas desde el 1 de junio al 15 de julio y cuyas bases pueden consultarse en su web.
Un huerto es más que lechugas y tomates, como aseguran desde Alimentacción, red de escuelas por un mundo rural vivo: “Ser responsable de la buena marcha de la cosecha, conocer los ciclos de los seres vivos y sus interacciones, comer productos saludables y que hemos sembrado nosotros mismos. Todos estos aspectos, de las áreas curriculares, de la educación en valores, de la educación ambiental, pueden ser integrados en el trabajo docente gracias al huerto escolar”.

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