Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor
23 de abril de 2016
No hay nada como un libro.
Un libro es un vínculo entre el pasado y el futuro. Es un puente
entre generaciones y entre culturas. Es una fuerza para crear y
compartir la sabiduría y el conocimiento.
Frank Kafka dijo una vez: “un libro debe ser un hacha para romper los mares congelados dentro de nuestra alma”.
Ventanas a nuestra vida interior, los libros son también la
puerta a la comprensión y el respeto entre los pueblos, más allá de las
fronteras y las diferencias. En todas sus formas, los libros encarnan la
diversidad del ingenio humano, dando cuerpo a la riqueza de la
experiencia humana, verbalizando la búsqueda de sentido y de expresión
que comparten todas las mujeres y todos los hombres, que hace avanzar a
todas las sociedades. Los libros contribuyen a unir a la humanidad como
una sola familia, compartiendo un pasado, una historia y un patrimonio,
para forjar un destino común donde todas las voces sean escuchadas en el
gran coro de las aspiraciones humanas.
En el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, en
colaboración con la Unión Internacional de Editores, la Federación
Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones
de Bibliotecarios y Bibliotecas, esto es lo que celebramos: el poder de
los libros para fomentar la creatividad y promover el diálogo entre las
mujeres y los hombres de todas las culturas. Doy las gracias a Wroclaw
(Polonia), Capital Mundial del Libro 2016, por su compromiso con la
difusión de este mensaje en todo el mundo.
Esto nunca ha sido más importante, en un momento en que la
cultura es objeto de ataques, en que la libertad de expresión se ve
amenazada y en que la diversidad afronta un auge de la intolerancia. En
tiempos revueltos, los libros representan la capacidad humana de evocar
mundos reales e imaginarios y expresarlos en palabras de entendimiento,
diálogo y tolerancia. Son símbolos de esperanza y de diálogo que debemos
valorar y defender.
William Shakespeare murió el 23 de abril de 1616, solo un día
después que Cervantes. En este día, hago un llamamiento a todos los
asociados de la UNESCO para compartir este mensaje: los libros tienen el
poder de contrarrestar lo que Shakespeare llamó «la maldición común del
género humano, la necedad y la ignorancia».
Irina Bokova
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